miércoles, 31 de octubre de 2007

Celebración

Hay varias cosas que celebrar:
- Este es el artículo 500 del blog. 500 reflexiones (o casi reflexiones... dejémoslo en "textos") sobre 500 días laborables. Lo único que se me ocurre decir es que hasta ahora me he divertido.
- Hoy es el último día que participo en este proyecto como recurso en el cliente. La próxima vez, si la hay, será como visita o en conversación telefónica. así sí que puede tener sentido, porque que mi compañero sí va a necesitar que le echen una mano.
- En el aeropuerto, a pesar del susto inicial, he conseguido los cambios en los billetes que me aseguran que dormiré en casa. El tremendo retraso ya esperado de mi vuelo inicial, me impedía coger el enlace, pero lo que me ofrecían para el segundo tramo no estaba ni a mi alcance, a cada rato el retraso esperado es mayor. Al final, mi propia agencia ha conseguido hacerme el cambio también para el primer tramo y salgo en un rato con otra compañía.

Por cierto, me he ido sin decir adiós al cliente (como era muy probable que pasara)

martes, 30 de octubre de 2007

Me temo que me voy a ir, sin decir adiós

El comercial y responsable del área de este cliente y proyecto, respectivamente, no consiguen encontrar al responsable del proyecto del cliente para replantear el tema y "proponer" que el proyecto continúe con otra oferta a la que cargar los costes. Ya que han decidido abordar nuevas tareas a pocos días de la salida, están ahora ellos gestionando los plazos (no tenemos confirmado por su parte el calendario de salida) e incluso se desconoce el alcance de los cambios que quieren hacer... parece lo más conveniente: se cierra el proyecto y se comienza una bolsa de servicios de facturación mensual.

Como imagino que se lo huele, parece que ha decidido esquivarles. Y lo curioso es que la otra cosa que tienen que "recordar" es que yo dejo el proyecto ya. He escrito recordar con comillas, porque me temo que no es que tengan que recordarlo, tienen que decirlo, porque la cosa no estaba tan clara como a mi me la vendieron. Aquí hemos dicho que sí a todo y sin peros o condiciones.

Mañana salgo de aquí, y de momento, hasta que no hablen, me han pedido que no diga nada, si nada lo remedia, me iré sin despedirme de los responsables del proyecto. Otra muestra más de lo mal llevado que está este cliente.

lunes, 29 de octubre de 2007

Aventuras en la Isla (Séptima parte)

Envuelto en el cuento de nunca acabar me siento inspirado para escribir esta historia que al igual que la realidad no se sabe muy bien cómo va a continuar y mucho menos a terminar.

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Todo pareció haberse calmado, pero de pronto comencé a notar como los tatuajes rituales volvían a extenderse por mi cuerpo, en capítulos anteriores me habían abandonado, pero ahora avanzaban por mi piel. Surgiendo desde abajo del final de la espalda.

Todos notamos como las magias negras y moradas de la isla estaba intentando adueñarse de nosotros, así que nos pusimos en pié y nos dirigimos hacia la cabaña del gran hechicero. Lamentáblemente tuvimos que dejar a nuestro mecenas en el suelo, ya que aunque parecía que los extraños demonios le habían abandonado no acabábamos de estar seguros... ¿y quien quiere que le tiren un escupitajo en la cara o le calienten el trasero?

Estaba comenzando a soplar un fuerte viento, en unos minutos el cielo se cubrió de nubes muy oscuras y comenzó a llover. Por un momento pensamos en detenernos, pero debíamos seguir. Las nubes comenzaron a girar, formando un remolino, retorciéndose comenzaron a tomar forma, apareciendo la gran figura que antes había visto sobre las llamas, aquella que apareció en primer lugar.

Avanzar más era imposible debido al fuerte viento y la lluvia que nos obligaba a sujetarnos de cualquier saliente y a cerar los ojos. No solo era lluvia lo que caía sobre nosotros, también llegaba hasta nosotros agua marina. Podiamos diferenciarla por su sabor salado, ya que con el viento y la fuerza del agua era imposible evitar que entrara por nuestra nariz o boca. Aún encontrándonos lejos de la costa, el oleaje golpeaba con tanta fuerza o el viento arrastraba tanto el agua que la hacía llegar hasta nosotros ¿qué podía haber pasado con la zona más baja? ¿qué habría pasado con los habitantes de la tribu de la zona más baja?... de todas formas eran preguntas que no podía parar a hacerme en ese momento.

En el lugar donde estábamos, podíamos distinguir como el gran hechicero y la gran matrona unían sus manos, ellos habían invocado esa presencia que veíamos sobre las nubes. Y ahora no sabíamos lo que podría llegar a ocurrir con tanta agua. Intentamos descender de nuevo, en nuestro equipo había material de sobra para evitar cualquier catástrofe, estábamos incluso preparados ante un eventual hundimiento de la isla, pero primero deberíamos intentar frenar esta extraña tempestad.

viernes, 26 de octubre de 2007

Una pesadilla

El cliente decide unos días antes de la puesta en marcha programada (hoy), que va a revisar y volver a redactar toda la información del portal, por supuesto nos indica que nuestras tareas no están bien realizadas por lo que salir no hubiera sido posible de todas formas.
Yo no me creo la situación, nos marean con la mala introducción de unos diez contenidos y "ya que tienes el culo en pompa te meto una escoba y ahora comienzo con un proceso de revisión de todo" "Ya sé que la última vez me costó seis meses, pero ahora serán solo dos semanas. Ya sé que lo tendréis que reintroducir todo, para eso estáis aquí... tendréis una semana... y claro la traducción a dos idiomas también (y si no llamo a vuestro director que para eso me ha dejado el número)"

Mi "jefe" me pide que esté otra semana más, además de la próxima que ya estaba pactada. Yo le contesto que una mierda (aunque no con esas palabras) y le chantajeo (aunque no con estas palabras) con enviar un mail a mis otros clientes con proyectos en marcha avisándoles que no temporalmente no podré atender sus proyectos. Es un farol, claro, soy demasiado bueno para hacerlo :)

El cliente improvisa, pero mi empresa también, es una vergüenza.

En una de las reuniones de esta semana, he pasado por una de las situaciones más esperpénticas de mi carrera. El mismo responsable de informática que me decía el miércoles que un tema valía hacerlo de la forma A, y que debíamos aplicar nuestro criterio indicándoles qué cosas se podían hacer y qué cosas no, el jueves en una reunión me decía que de A, nada, que B y que si no lo hacíamos así llamaba al director general que les había visitado y les había dado su móvil.

jueves, 25 de octubre de 2007

Una mala comedia (Segunda parte)

A ver si escribir guiones se me da mejor que mi trabajo actual:

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Escena: Aparece la oficina anterior con dos de los empleados externos (Jose y Miguel) trabajando.

Entra otro empleado externo (se distingue por la ropa), pero de mayor edad, elegante, con barba corta y siempre con el móvil en la mano (Es el Sr.Comercial). En todo momento, si no se está dirigiendo a alguno de los personajes presentes debe estar hablando por el móvil y a veces las dos cosas.

Sr.Comercial: (a los empleados) Hoy tenemos la visita de nuestro Sr Director al Sr. Consejero...
Los empleados asienten y continúan con su trabajo.

El Sr.Comercial sale de la sala y con un efecto de luces y el empleado despistado abuelete1 levantandose y sentándose muchas veces se simula que pasan las horas.

Entran el Sr.Comercial y el Sr.Director General (Sr.DirGral) en la sala hablando (a la vez que acaba el juego de lueces).

Al oir la voz del Sr.Comercial los dos empleados se giran, se levantan y se acercan a la puerta. En ese momento Abuelete1 está levantado. También se dirige a la puerta uno de los responsables de la oficina (se sabe que es responsable porque es calvo y tiene cara de mala leche) [Nota del autor: si a la hora de representar la obra no se encuentra un calvo de cara de mala leche que al verlo quede claro que es "medio-jefe", se podrá añadir una frase en la escena introductoria donde el calvo de mala leche pida explicaciones al empleado Jose sobre algo superfluo]

SrComercial: (mientras caminan) ... y entonces venderemos la fase 4 del proyecto mientras acabamos de ejecutar la fase 3...
Medio-jefe: (que ha llegado a su altura) Hola
SrComercial: Te presento a nuestro Director General...
Medio-jefe: (mientras se estrechan la mano) Encantado
SrDirGral: Igualmente
(Jose primero y después Miguel llegan a la altura de donde se han parado)
SrComercial: (mientras SrDirGral estrecha la mano) Te presento a Jose, es la persona contratada aquí para llevar los proyecto
Miguel: (estrechando la mano del SrDirGral) Hola
SrDirGral: Hola, Miguel (esta vez no hay presentación del SrComercial porque Miguel y el DrDirGral se conocían desde hace tiempo, debe quedar claro en el saludo)
(Mientras los saludos de los demás Abuelete1 se ha puesto al lado y ahora también estrecha la mano del DrDirGral, pero nadie le presenta, porque nadie tiene claro quien es)
Abuelete: Yo... yo conozco a tu padre
SrDirGral: ¿Pero usted es de aquí?
Abuelete: Yo sí ¿tú no?
SrDirGral: Yo no
Abuelete: Pues yo creo que conozco a tu padre... tú tienes padre
(Jose y Miguel se miran con cara entr atónita y divertida)
Miguel: (por lo bajito) un poco más y lo llama hijo de puta

Entre las risas y aplausos del público se apagan las luces y se cambia el escenario para la siguiente escena.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Una mala comedia

Como mi trabajo era serio, pero ahora ya no lo es, voy a intentar dedicar el blog a la comedia:

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Notas para el escenario:
Estamos en el centro tecnológico de una administración pública de tamaño medio, algo del tipo supramunicipal. Un lugar espacioso de techos altos, a pesar de ser un centro tecnológico no debe dar aspecto sofisticado. El escenario debe estar separado en dos partes, una en la que se ve a los trabajadores de la casa, allí debe equipos y aparatos de buen aspecto y todo con aspecto de oficina. En la otra parte todo debe estar más descuidado, con papeles encima de la mesa, equipos anticuados, muchos cables por el suelo. En esa zona estarán los trabajadores con traje (ellos y ellas) que serán de fuera pero estarán también en esa oficina, también habrán dos puestos para dos funcionarios mayores "despistados" que no se sabrá muy bien qué hacen, o directamente se sabrá que no tienen nada que hacer. En todo este lado las sillas deben ser muy viejas, sucias y claramente incómodas, si hay alguna rota mejor.

Escena Introductoria:
Vemos a los trabajadores externos muy afanados, un par de ellos apiñados en la misma mesa porque son varios de la misma empresa y no caben.
Cerca, en sus dos puestos, están los funcionarios "despistados", uno está hablando de asuntos personales por el móvil (toda la escena), el otro mira su pantalla y se levanta a mover papeles de vez en cuando.

Entra Simón, un trabajador de la empresa externa y saluda de forma muy amable a todos sus compañeros de la empresa externa, a alguno de los cuales no conocía personalmente.

(Este saludo nos sirve para conocer a los demás personajes de la obra)

También dirige un saludo en el mismo tono a todos los presentes y en especial al funcionario "despistado" (abuelete1) que tiene delante de la mesa en la que comienza a montar su portatil.

Simón: (tono muy amable) ¡Buenos días!
Abuelete1: ¡Buenos días!
Simón: (sigue con el mismo tono) ¡Voy a sentarme aquí en esta mesa!
Abuelete1: Muy bien hijo, mientras que no me quites mi sitio tú siéntate donde quieras
Simón: (continúa con tono amable) Solo la voy a ocupar esta semana
Abuelete1: Yo estaré el tiempo que me digan... es que no tengo nada que hacer
Simón: (su voz deja ver algo de vacilación) ah!
Abuelete1: Sí, porque llevo aquí ya un mes y medio, pero realmente no hago nada, no me han dicho nada que deba hacer.
Simón: (ya evita mirar al abuelete y solo está conectando su portatil) Bueno, pues yo estaré aquí sentado.
Abuelete1: Muy bien, y si quiere conversación pues me lo dice, que yo puedo hablar de todo... bueno menos de futbol...

(Mientras que el abuelete1 sigue hablando van bajando levemente las luces para que la gente aplauda)

martes, 23 de octubre de 2007

Aventuras en la isla (Sexta parte)

Aunque quería hacer un blog en el que relatar el día a día de mi trabajo (y lo conseguí durante dos años) ahora me dedico a contar historietas. Ahí voy:




Nos sentamos en el suelo, en un círculo alrededor de la hogera encendida con leña del gran árbol, el doctor Illness no hacía más que arrojar plantas arcanas al fuego antes de sentarse junto a mister Smalltown que babeaba y gruñia atado en el suelo. De las grandes llamas surgían humaredas de colores y ambas configuraban juntas curiosas figuras.

Quizá por el humo o quizá por las grandes jarras de bebida espumosa que los habitantes de la tribu nos dieron esa noche, comenzamos a sumergirnos en una especie de trance, estaba casi durmiéndome cuando una gran figura apareció sobre las llamas mirándome, me costaba apartar la mirada de sus ojos, pero pude observar como mis compañeros tenía también la mirada fija, imaginé que estaban también viendo algo.

Me habló sin mover prácticamente los labios, me describió el combate de los astros, del tiempo que circulando al revés, del sol fusionandose con la luna, y de la llave para alcanzar el centro del universo.

Alargué mi mano para tomar la llave, aunque no apartaba los ojos de ella, podía ver como Janto también levantaba la mano, y podía escuchar como el bajito de Smalltown gruñia cada vez más fuerte en el suelo.

Repentinamente una nueva presencia surgió de entre las llamas desaciendo la anterior y a su llave la fuerza con la que irrumpió nos mostraron que lo anterior no era más que una ilusión. Esta vez, la presencia habló con fuerza, y acento andaluz, una sola palabra que despejó nuestras menes, hizo desaparecer las luces y los colores y arrancó un grito desesperado de Smalltown.

lunes, 22 de octubre de 2007

Aventuras en la isla (Quinta parte)

Al final la apariencia de un proyecto depende casi completamente de los ojos con que se mira. El día a día de este proyecto en el que me han asignado (repentinamente) no pasaría de ser algo corriente. Pero nos hemos dejado llevar y lo hemos magnificado todo ¡Cuantas cosas pueden pasar en un proyecto cuando se está "demasiado" encima! Todo se magnifica, y puedes pasarte horas o toda la vida hablando de anécdotas. Ahora, la situación es como una tertulia de fútbol: si pones a tres o más personas para revisar lo mismo, pueden estar ocupados hablando todo el tiempo que quieran, sin avanzar ni concluir nada. Mientras tanto, para no dejar el blog inactivo, sigo contando una historiera que se me va ocurriendo:




Abrí los ojos. Había estado durmiendo... ¿cuánto tiempo? ¡Había dejado solos a mi gente!... Ellos no estaban allí ahora conmigo... ¿Qué habría ocurrido?

Intenté despejar mi mente, sin duda el efecto de las drogas curativas había tenido extrañas reacciones secundarias en mi, al menos pude observar como los tatuajes rituales sí habían desaparecido de mi cuerpo.

Los acontecimientos se habían precipitado las últimas horas.

Al reencontrarnos con nuestras compañeras, descubrimos que Marona la Matriarca había empleado toda su magia destructiva contra Rose, de alguna forma su espíritu se había fragmentado, su habitual fuerza, que la hacían ideal para estas duras misiones la había abandonado por completo, ese pedazo de ella había salido fuera, había quedado convertida en un osito mimosín, esquiva con nosotros y casi sin habla.

Era urgente la llegada de otro de nuestro compañeros de batallas, el doctor Illness, uno de los mejores especialistas médicos que he conocido (ríete del doctor house), y además sabía combinar y trabajar contra los efectos de las magias (que todo el mundo sabe que no existen pero míranos a nosotros) Habíamos llamado a Illness en cuanto notamos que el Gran Hechicero estaba contra nosotros, pero la cosa que complicaba sabiendo que los dos chamanes estaban en nuestra contra...

Cuando vimos el hidroavión pensábamos que se trataba de nuestro viejo amigo el doctor, pero nos extrañamos cuando quien apareció fue Mister Smalltown, el mecenas patrocinador de nuestro viaje. Fue sorprendente verlo, pero más sorprendente fue comprobar que de alguna forma no era él. Desde el primer instante pareció sabotear al equipo ¿qué le pasaba a este hombre? ¡siempre había estado en el papel que se supone de cualquier mecenas! Pagando las facturas y esperando pacientemente nuestro regreso para saber de nuestras aventuras.

Por suerte pronto llegó el doctor Illness que comprendió de forma instantánea y al completo la situación. Rose con el espíritu corrompido y todos medio poseidos por los tatuajes rituales... ¿y qué había ocurrido con mister Smalltown? ¿qué había propiciado el extraño cambio? ¿qué se había introducido dentro de él? Illness preparó un potente antídoto con todo lo que fue capaz de ponerle y yo fui voluntario para tomar la pócima.

Por lo poco que puedo apreciar ahora, parece que ha funcionado...

viernes, 19 de octubre de 2007

Algún día me reiré de todo esto

Mientras que intento aparentar con mis clientes de antes que me sigo estoy ocupando de sus proyectos y en el fondo desconozco cómo está el estado de algunos de los temas en marcha, mientas que la próxima semana hay varias asitencias planificadas y no he podido asegurarme de que está todo preparado, o los temas que están cuartos o quintos en orden, no los estoy atendiendo... mientras tanto, pienso que algún día me reiré de todo esto.

De todas formas es curioso, porque en reuniones, supuestamente tensas en este cliente, yo mantengo absolutamente la calma, es una despreocupación como de "esto no va conmigo", que sin embargo va muy bien para estas situaciones. Al contrario de mi otro proyecto, donde estoy más metido, y dónde con comentarios de ese estilo saltaría y me cuesta más mantenerme reflexivo.

jueves, 18 de octubre de 2007

¡¡Como son de lloricas!!

Lo peor de mi situación actual es que cuando esto se acabe (si alguna vez se acaba) voy a tener un follón en mis otros proyectos que no sé cómo voy a recuperarlos...

La semana próxima también voy a estar los cinco días. El follón que me han montado hoy porque mi compañera no está aquí (tenía visita en el médico) ha sido alucinante. Además el próximo martes tendrá reunión importante aquí el director del área comercial. Aunque estaba pensando en venir martes noche o miércoles mañana... estaré el lunes... o se puede montar.

¿Cuando llegue nuestros gran director le obligarán a quedarse cinco días a la semana?
¿Podremos volver a tener vida propia algún días? ¿Ir al médico?
¿Cuántas personas hay que venirse aquí para cargar unas decenas de contenidos en un portal? ¿Cuarenta, una por contenido? ¿Por qué no desplazamos a todas las sedes de la empresa con todo el personal, familias y señoras de la limpieza?... eso sí que sería apostar por el cliente.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Aventuras en la isla (Tercera parte)

Aunque no lo parezca, este es un blog en el que relato diariamente mis experiencias laborales. Un saludo a todos.




Avanzamos por entre las ramas, andando por las plataformas construidas en los alto del árbol, todo el equipo junto, cuidándonos las espaldas. Llegamos a la línea roja que solo permitía cruzar a las mujeres, y Rose y Ter-se-aja la cruzaron y continuaron por una gran escalera tallada en una de las ramas.

Observamos como subían, cada vez más ocultas entre las ramas hasta que dejamos de verlas y oirlas. Cruzar la línea hubiera resultado fatal para nosotros, así que simplemente nos quedamos allí esperando.

Los primeros sonidos que nos alertaron parecían como de pasos ligeros unidos al de un cuerpo pesado rozando contra la madera, enseguida apareció por detrás nuestros apartando las ramas, un enorme insecto, con en aspecto de cienpies de gruesas patas. El cuerpo amarillento parecía estar formado por gruesos sacos unidos entre sí. y sus patas no eran menores de un brazo humano musculoso. Podía levantarse sobre la parte trasera de su cuerpo. La criatura debía medir uno quince metros (aunque no me estuve quieto el tiempo suficiente para medirla) y levantaba una parte de unos cinco, bastante por encima de mi fornido amigo.

Se acercó muy rápido hacia nosotros, Janto se colocó delante de mi, esperando al bicho, él era quien llevaba las armas y quien había sido entrenado para defendernos, además siempre estaba presumiendo de lo fácil que se integraba entre los miembros de la tribu. Sin embargo el insecto casi se lo zampa del primer mordisco. En aquel momento no sabía si le había arrancado algo, pero sin pensarlo dos veces comencé a darle en lo que pensaba que era su cabeza con mi zapato hasta que dejó de incordiarnos y se volvió a esconder entre las ramas.

No habíamos acabado con él, pero al menos seguíamos vivos, una suerte para Janto al cual vi peligrar seriamente. Sí que fue una clara advertencia para nosotros. Sin duda cuando volvieran nuestra compañeras (si volvían), podríamos preparar un plan que nos garantizara librarnos de cualquier monstruo y salvar nuestras almas del poder del Gran Hechicero.

martes, 16 de octubre de 2007

Aventuras en la isla (Segunda parte)

Como mi empresa ha decidido que no me dedique a lo que hasta ahora era mi trabajo habitual, y ahora simplemente dejo que vean mi preciosa cara, asiento con tranquilidad y sonrisa de buda a lo que dice mi compañero, miro lo que otros han mirado y vuelbo a preguntar lo que ya me han contestado... pues no puedo seguir con este blog. He decidio contar una historia fantástica.

Allí voy con la segunda parte, pero debo advertir que como no he releido la primera puede haber inconsistencias.




Aún no había comenzado a amanecer cuando los sonidos de los primeros en despertar dieron vida a nuestro campamento. Instalados en la cueva que la tribu nos había cedido como parte de sus costumbres de bienvenida costaba ver los rayos del sol, pero por las indicaciones de nuestros relojes no había duda de que era el momento de ponerse en camino.

Hoy volveríamos a encontrarnos con el gran hechicero, había solicitado nuestra presencia, y a pesar de que el jefe de la tribu había quedado encargado de "acompañarnos" hasta la cueva superior, no costaba descubrir que tenía otras formas de controlar nuestros movimientos. A pesar de la penumbra, no era dificil percibir las pequeñas criaturas-ojo que vigilaban nuestros movimientos.

El jefe del poblado era un personaje curioso, por lo estraño de su apariencia, y por su carencia total de aspecto de líder, sin duda se trataba de un títere en manos del Gran Hechicero y de Marona la Matriarca, solo una sombra de lo que algún día fue antes de consumirse por los efectos de la magia mental.

De nuevo, aunque acudimos toda la expedición, solo pudimos pasar en presencia del hechicero Janto y yo. Nos sorprendió la brevedad del encuentro, ya que entre las habituales frases invocando al magia y antiguas deidades solo conocidas por él, nos invitó a un desayuno.

Aunque dabamos por seguro que mientras estuvieramos en el poblado, protegidos por la imagen de la gran TeEse no intentaría comernos para recoger nuestros espíritu, deberíamos haber estado más atentos y no caer en esa ingenua trampa, ya que en cuanto probamos las infusiones calientes, caimos presa de un temblor incontrolable, y casi a punto de desmayarme pude ver como nuestros brazos y piernas se cubrían con los tatuajes que nos marcaban como sus presas.

Despertamos tan solo unos minutos después, pero las marcas eran totales en nuestro cuerpo. De momento podríamos seguir manteniendo la libertad de movimiento, pero los tatuajes pronto podrían dejarnos a su merced.

Teniamos por lo tanto que intentar frenar esta mágia, para ello decidimos acudir a ver a Marona la Matriarca, que sabíamos que también tenía interés en vernos, sobretodo a Ter-se-aja ya que estaba interesada en conocer qué habíamos encontrado de valor entre los desheredados de su propio pueblo. Habían llegado a nosotros comentarios de que la Matriarca lo era en sentido literal, ya que ella era la madre física de todos los habitantes de la tribu, excepto de aquellos que formaban la capa más degradada del poblado.

Recorrimos la distancia que separaba la rocosa zona de las cuevas de la planicie donde se encontraba el gran árbol en el que vivía la Matriarca. A él había que subir utilizando unas lianas que funcionaban mediante algo parecido a un juego de poleas. Era el gran árbol sagrado, del que nacían todos los habitantes de la tribu.

¿Qué aventuras deparará a nuestros exploradores esta cita?
Lo veremos en el próximo capítulos

lunes, 15 de octubre de 2007

Aventuras en la isla (Primera parte)

He decidido cambiar el objetivo del blog, a partir de ahora me voy a dedicar a contar historias de fantasías. Allá voy:



Tras un largo viaje llegue con toda mi expedición sana y salva a la isla de la que tanto habíamos hablado durante las últimas semanas... ¡cuántos planes! ¡cuántos esfuerzos empleados!... todo ello con la confianza de que no fueran en vano.

Cada uno de nosotros acudía desde un rincón del planeta, un equipo de expertos en diferentes campos del conocimiento y complementarios de cara a las aventuras que nos esperaban.

Yo fui el segundo en llegar, mi compañero local, un joven de una tribu de la isla más cercana, ya estaba esperándome. Janto, así es como se llama ese joven de piel morena y casi dos metros de estatura estaba acabando de desprecintar y montar los equipos, comprobé como no había perdido el tiempo.

Mientras repasábamos los planes, se unió a nosotros Rose, han sido muchas las aventuras que hemos pasado los tres, viendola por fin allí delante de nosotros la abrazamos contentos de verla y casi sin darle tiempo a dejar caer todas las bolsas de su equipaje. Mientras nos contaba los pormenores de sus últimos días hasta encontrarse con nosotros, observé las expresiones de su cara. Nunca dejan ver la dureza que puede llegar a tener esta mujer menuda... hasta que es demasiado tarde para quien se esté enfrentando a ella.

Ya estábamos los tres juntos y listos para esta tremenda aventura.

Janto nos presentó a la exploradora local que estará colaborando con nosotros. Nunca puedes estar completamente seguro de un explorador local, pero aquí las garantías eran más que razonables y a primera vista, esta joven, Ter-se-aja como se la conoce aquí.

Nuestro primer logro fue que nos recibiera el gran hechicero de la tribu local. No esperaba que lo consiguieramos tan pronto, pero parece ser que él también sentía curiosidad ante nuestra presencia. Tan pronto como nos vieron llegar nos ofrecieron una pequeña cueva en la misma zona donde ellos vivían y nos indicaron que cuando el sol alcanzara el punto más alto podíamos pasar a ver a su gran hechicero.

Aceptamos el ofrecimiento de la cueva que nos cedieron, ya que en principio no pensamos que nos fueran a comer y hubiera sido un desprecio. Se trata de una zona destinada a invitados, que se encuentra en un nivel por encima de otra estructura rocosa, también de cuevas, donde habitan los más desfavorecidos de entre esta tribu. Parece ser que hay un sistema de castas que marca grandes diferencias. Precisamente de esta casta "inferior" es de donde encontramos a Ter-se-aja y otros jóvenes dispuestos a ayudarnos.

El tiempo pasaba muy deprisa, y tanto Janto como yo, avanzamos por el camino que subía entre las rocas hasta alcanzar el nivel más alto donde se encontraba el gran hechicero. Es una lástima que Rose ni nuestra nueva colaboradora pudieran acompañarnos, pero ninguna mujer puede acudir a hablar con el gran hechicero.

Cuando llegamos a la entrada, apareció para recibirnos una extraña persona, era dificil apreciar su edad o si se trataba de un hombre o mujer, podía ser un joven marcado con arrugas como si hubiera envejecido demasiado deprisa. Nos habló para que pasáramos, con una voz andrógina y carente de expresión.

Avanzamos dentro de la cabaña de madera sujeta entre los salientes. Dudamos un momento mientras nuestros ojos se acostumbraban a la oscuridad, introducimos nuestras manos en los cuencos con agua y perejil, como señal de purificación y nos sentamos frente al hechicero.

Permanecimos un rato en silencio, hasta que comenzó a hablarnos, agitó una rama, lanzó unos huesos frente a nosotros, y se acercó a escrutarlos. Sentados en el suelo, vimos como él permanecía en cuclillas, mirando fijamente los huesos, delante de nosotros. Cuando se volvió a sentar nos habló de los malos augurios que veía en los huesos. Yo, como conocedor de la importancia de evitar desde el comienzo el poder de las superticiones, le hablé de que por el contrario, que tanto la forma de las nubes como el vuelo de los pájaros a nuestra llegada, había sido signo de buena suerte y felicidad.

No es que crea, en absoluto, en símbolos de malos o buenos augurios, pero mi equipo está suficientemente preparado para alcanzar nuestro objetivo sin ninguna pérdida. Todos nos las hemos vistos en casos peores.

Dejamos al gran hechicero, el día ya terminaba, y estábamos invitados a una fiesta donde podríamos saborear la comida y bebidas locales, cosa que siempre a interesado especialmente a Janto.

Aún no habían hecho más que comenzar nuestras aventuras, ya veríamos que es lo que nos esperaba al día siguiente.

jueves, 11 de octubre de 2007

Muy defraudado

Me siento defraudado por el comportamiento de mi empresa. La próxima semana estaré los cinco días fuera (pero muy "fuera") en contra de los criterios que me plantearon y me marcaron hace dos semanas cuando me involucraron en este proyecto.

Me han vendido a los caprichos de un cliente desbocado.

Me quedo jodido en lo personal, porque tengo que estar toda la semana fuera de casa para nada. Esto es lo que más me molesta, para mi estar muchos díos seguidos fuera de casa es lo peor de mi trabajo. Siempre intento que sea porque el proyecto lo necesita. Y no es este caso. Esta parte personal esa mucho en mi juicio, aunque intente hablar solo de lo laboral.

Es evidente que el cliente utiliza la alarma como método de presión. En un caso así no hay que ignorarla, pero no dejarse llevar por ella. Yo acabo de llegar y con solo unos pocos testimonios descubres que ha sido así desde la primera semana de proyecto.

El cliente no debe decidir cómo debes hacer el trabajo, cómo vas a dedicar los recursos, a no ser que sea un planteamiento previo. Cuando trata de imponerte una "dedicación" que además compromete tu rentabilidad, es necesario que expliques tu forma de trabajar.

No podemos dudar de nosotros mismos. Cuando el comercial da muestras de no confiar en las personas que ya están involucradass, y al día siguiente comunica que el cliente no se fía y pide que esté yo todo el tiempo... ¿qué voy a pensar? ¡si la persona que lo pide ni me ha conocido! Mi conclusión es clara, el comercial de mi empresa no puede tranquilizar al cliente, no está capacitado para mantener esa conversación y seguramente incluso a alimentado las desconfianzas de un cliente que juega a quejarse.

No entiendo este caso, para nada, por lo explicado antes y las diferencias comparativas que me provoca con mi trabajo hasta ahora. Casi todos los días tengo una lucha entre los objetivos de un proyecto y los recursos que se deben dedicar a él. Siempre hay un combate entre el cliente que quiere más y más cosas, y tu misión de conseguir una calidad, con los recursos que la rentabilidad del proyecto permita. Cuando aquí decimos que sí a caprichos, y la próxima semana estaremos cuatro personas, desplazadas toda la semana para un trabajo que dudo que requiera a una persona en oficina, se me rompen los esquemas.

Con lo que llevo luchando contra ese sentido de lo que alguna vez he oido como "barra libre" (por definición ningún cliente contrata esto en proyectos de desarrollo y consultoría), ahora me siento burlado.

El proyecto me parece una tomadura de pelo, no sé que hay con este cliente, algo me he perdido, no se me ocurren que se pueda actuar con más malas prácticas.

Por supuesto, quien crea que la enésima concesión será la última, debería autodespedirse de la empresa, ahora ya tengo "sobre la mesa" la siguiente petición, el curso "extra" que debíamos impartir para los usuarios que no asistieron durante el calendario de cursos, algo pequeño para rematar, se ha convertido en un listado que triplica los que en su momento apuntaron. Un disparate a dos semanas para finalizar el proyecto.

He vuelto a casa para un fin de semana largo y me siento como salido del infierno.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Lo que no me gusta de este proyecto en el que me han metido

Ayer por la noche me llamó el comercial a preguntarme cuando llegaba hoy ya que la reunión la había convocado para las 11:00. Yo llegaba a las 13:00, así que dirigiendo los trabajos no voy a estar en la reunión. No entiendo la jugada del señor comercial, ¿no es más lógico preguntar a qué hora llego y después convocar la reunión en vez de hacerlo al revés?. Tampoco entiendo todos los mensajes que me envía de desconfianza respecto de la gente que tenemos asignada en el proyecto.

Según dice le han planteado la necesidad de que yo esté aún más tiempo asignado al proyecto, me da la impresión de que está siguiendole el juego completamente a un cliente que (ya me he dado cuenta en solo una semana) abusa de la queja para solicitar mayor implicación. La semana que viene ya serán tres recursos a tiempo completo desplazados, cuando en realidad no es necesario ni uno. Creo que hay mejores formas de tranquilizar.

lunes, 8 de octubre de 2007

No soy un robot

Ya he comentado que mi planificación del mes en los tres proyectos que tenía activos (el mío de siempre y las dos implantaciones más pequeñas que me fueron asignando antes del verano) se ha roto completamente en cuanto me metieron en un marrón extraño. Y es que esto cumple todos los requisitos: proyecto casi acabando, todo el equipo comercial y de dirección anterior que conocía el cliente ha abandonado la empresa, el cliente muy nervioso, interlocutor poco claro, ingerencia del área de ventas que también son nuevos con el cliente y quieren quedar "muy bien". Lo bueno es que el proyecto está casi acabado, de verdad, y por lo que veo, bien.

El estar aquí metido me ha hecho imposible continuar con mi trabajo normal, por lo que si esto acaba este mes, tendré un noviembre muy movido. Lo peor, es que ahora tanto movimiento me ha dejado bastante desconcentrado, de hecho, he tenido que pasar toda la tarde intentando escribir un documento que cuando por fin me he serenado, ya por la noche, me ha costado unos cuarenta minutos tenerlo listo. Cosas que pasan por no ser robots.

viernes, 5 de octubre de 2007

Tenemos auditoría interna del sistema de calidad

No he comentado nada hasta ahora, pero la próxima semana tenemos una auditoría del sistema de calidad. Es todo un poco confuso, porque estamos en proceso de implantación de la nueva, pero los proyectos anteriores no hemos conseguido saber si son auditables. En principio parecía que el sistema de calidad se había definido de forma que los procesos anteriores seguían siendo los válidos para los proyectos de antes de la entrada de la nueva norma (como es lógico), pero todo es confuso y cuando preguntas las respuestas son contradictorias.

Lo que es seguro es que la próxima semana vienen a revisar, pero como yo estoy atrapado en un proyecto del cual no sabía nada hace una semana y ahora parece que el cliente espera que me vaya todos los días a sus oficinas a muchas horas de avión (menos una) de distancia... eso me libra de la auditoría y deja solo ante el peligro a mi compañero.

jueves, 4 de octubre de 2007

Demasiadas cosas abiertas

Tengo demasiadas cosas abiertas y por concretar. Me he puesto a hacer alguna pequeña gestión en cualquiera de los cinco frentes que tengo abiertos, pero así voy bastante desorientado.

En mi proyecto principal, el que llevo desde hace más de un año, al cliente se le han parado todos los sistemas por un fallo con la base de datos, lleva varios días así, imagino que no podrá echarnos mucho la culpa en este caso, pero no me creería que no se las arreglará para culparnos de algo... en eso es un artista.

miércoles, 3 de octubre de 2007

¡Vaya follón!

Pues al final, cuando empezaba a pensar que había venido aquí poco más que a pasearme, se monta un follón. Este cliente para mi totalmente nuevo desde ayer ha montado hoy un pequeño lío. Lo típico, el interlocutor que tenemos realmente no pinta nada, los que mandan son dos cargos políticos que cada uno se preocupa y tira para lo suyo, metiéndonos a nosotros presión y aprovechando que estamos liados respecto a intelocutores. En la situación que nos pillan de adaptación, siendo cliente puedes hacer maravillas con un correo que pida lo que sea, meta presión y acabe con la frase "conforme los acuerdos alcanzados"... como nadie de mi empresa (el nuevo comercial, o el nuevo jefe de línea, o el nuevo director del proyecto) va a estar seguro de si el otro ha dicho eso o no...

En fin, yo me vuelvo, y mañana a ver qué vamos aclarando.

martes, 2 de octubre de 2007

Otro proyecto

Estoy en un nuevo cliente, pero con un proyecto ya viejo: en teoría terminando. Me han pedido que venga esta semana, y el resto de semanas del mes, un par de días cada una. Se trta de poner la cara, y que se vea que mi empresa se toma en serio este proyecto. Parece ser que en los últimos meses, todos los contactos y caras conocidas por parte del cliente han dejado la empresa, y la persona contratada, aunque parece muy capaz... está demasiado recién contratado.

Hoy ha sido de escuchar, y de enterarme que pasa. Ya veremos cuanto pinto yo en el proyecto, y si me deja hacer algo más, porque esta semana me la ha roto completamente... y la próxima que pensaba cogerla toda de vacaciones... :(

lunes, 1 de octubre de 2007

Viaje inesperado, y lo más lejos posible

Hacía mucho tiempo que no me pasaban cosas así en la empresa, así que lo asumiré como si fuera realmente algo excepcional. El sábado me llamaron a contarme que era necesario que estuviera esta semana el martes en un cliente (sin cambiar de país, pero muy muy lejos) en un proyecto que está terminando. Bueno, me pillaron a punto de entrar al médico y no me pudieron contar más. Aunque después llamé yo a mi jefe ya no me hice con él (después me enterado que estaba de mudanza cuando me llamó ¿!?)

Ahora me enterado que realmente es para una reunión convocada a las 10:30 de mañana, desde mi ciudad, hasta este destino de fuera de la península, no tengo otra forma de llegar que salir dentro de un rato.

Así que en cuanto lo he sabido me he ido a casa a hacer la maleta. Van a ser bastantes horas de avión y transbordo, ya contaré más mañana.