Tras un viaje de ida y vuelta a mi cliente (4 aviones) vuelve a asaltarme la duda de si viajo mucho o poco... Desde luego la pregunta no tiene respuesta, depende de lo que consideremos mucho o poco. Viajo mucho comparado con quien está todos los días en la oficina y poco comparado con quien nunca está.
Todo esto viene a que esta mañana cuando en la ciudad de mi proyecto he pasado por la calle en la que están las tiendas (los comerciantes insisten en que pases dentro a comprarle buenos relojes de imitación), la frase que me han dicho ha sido:
- Señor, ¡a ver si esta vez me compra algo ya!
martes, 17 de octubre de 2006
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