martes, 31 de octubre de 2006

No estoy allí, pero como si estuviera. Y casi mejor haberlo estado.

Es el nuevo comercial quien ha presentado las respuestas al ultimatum, con muy mal resultado, como hechar gasolina a la hogera. No ha gustado nada porque ha sonado a excusas (yo no creo que lo sean)

Antes de la reunión que ha mantenido el comercial con el cliente (la reunión en la que yo también tenía que haber estado) hemos estado hablando por teléfono. Estamos en una extraña situación en la que desde el punto de vista de la empresa es difícil escoger el camino por el que continuar: las indicaciones del cliente son casi todas irrealizables, por no trasladarse a nada concreto, por ser demasiado idealizadas, por estar hablando de algo que podría ser en otro lugar pero no allí... el problema es que esto no es posible hacérselo ver, y si se diera cuenta qué haría ¿parar el proyecto?...

Lo peor del día me ha ocurrido tratando de arreglar nuestra plataforma de cursos, una de las quejas principales es que aún no ha visto los cursos que le ofertamos (cuando ellos acaban de dar el "pistoletazo de salida" a los mismos y hasta que no acaba uno no se puede comenzar el siguiente). En medio de la tormenta mi tabla de salvación es el primero de los cursos que realmente quedó muy bien.

Pues bueno, no sé cómo me ha pasado, pero arreglando la plataforma para que pudieran probar los cursos, he borrado el único que había completo... casi lloro en la oficina (bueno, en realidad no ha sido para tanto) Lo bueno es que la información la he podido recuperar casi toda.

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