Hoy he asistido a un curso de adaptación al cambio que organiza mi empresa (la nueva surgida de las compras y fusiones)
Lo primero que me ha llamado la atención es que haya sido convocado. Significa que entro en una categoría de "manager". Aunque bueno, a mi me han escogido en mi área, donde mi jefa no pone reparos en expresarme una alta consideración, imagino que esto es una parte más.
Una vez allí, no deja de sorprenderme que son los empleados de la empresa compradora los que muestran reticencias y preocupaciones, al menos por igual respecto a los de la empresa comprada.
Y por destacar, también que mi ex-empresa (o lo será pronto cuando cambien hasta en la nómina) sea tan conocida como lo es la multinacional que nos había comprado. Esto merece una explicación: mi empresa A había sido comprada por la multinacional B, aunque no hubo una fusión real, fue un apretujamiento y además en B nadie sabía quienes éramos ni después de varios años. Ahora que C compra B (y por lo tanto a A), soprende que se en C sepan quien es A y además que hablen de ambos (de A y de B) como si fueran iguales, cuando la relación de tamaño es de 1 a 20 o más.
Quizás lo mejor es que me ha servido para conocer "nuevos compañeros" de mi misma ciudad. Y lo peor es los retrasos en los vuelos, lo que debía haber sido llegar a las 9 de la noche ha pasado a ser a las 11.
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