El cambio para ponerme a preparar diplomas (la ventaja es que me saco una espina y quito de mi mesa una enorme caja de exámenes y hojas de firmas) la llegada del verano, el final del cole de los hijos, acudir a festivales (por cierto, no entiendo que alguien pueda preferir un partido de futbol a una actuación de tu hijo de dos años, pero ocurre)... todo esto me ha dejado un poco tocado el día de hoy.
Le unimos una semana muy cansada de dormir poco y que en casa no nos acabamos de organizarnos bien para el día de hoy y tenemos los compomentes de un día un poco desastre en el que se quedan por hacer cosas importantes.
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1 comentario:
Vuelvo a leerte, y con ganas, después de haberme olvidado durante una temporada del Bloglines (ahora uso Google Reader; está bien, la verdad).
Lo primero, yo TAMPOCO entiendo cómo se puede preferir ver un partido de júrgol a la función del hijo de uno mismo. Pero la verdad es que hay de todo en este mundo. Las prioridades y la manera de pensar de la gente son de lo más... variopinto.
Y, por lo demás, ya que lo comentas... ánimo con esos días estresantes.
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