Por primera vez en mucho tiempo hoy he mantenido una discusión (telefónica) con un compañero de trabajo. La verdad es que estamos en unos días en que me encuentro bastante tenso, por lo que no es difícil sacarme fuera de mis casillas, como así ha ocurrido.
Lo peor es que en esta ocasión, el follón ha sido lo único que le ha valido a este compañero comercial para que avance el trabajo... la próxima vez aún será menos impaciente.
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