Hoy tenía mi primer viaje de la temporada, iba confiado, una visita rutinaria a nuestra "central", una reunión con proveedores, varias conversaciones sobre el proyecto... con el aliciente de acudir a las nuevas oficinas tras haber sido adquiridos en esos procesos de "multinacional" compra "multinacional".
Todo tranquilo hasta que antes de llegar a las oficinas he recibido una llamada que me ha puesto los pelos de punta... la segunda una hora después ha sido dura y la tercera ya me ha dejado temblando.
Se trataba de uno de nuestros clientes importantes por el volumen contratado hace años que nos mantiene desde entonces con pequeños mantenimientos. Nos contratan proyectos que llevan al 100% en un equipo de nuestra empresa "madre". Como no tenemos personal que conozca esta tecnología, el proyecto pasa a depender completamente de este equipo; ellos hacen la valoración, planificación, desarrollo... y yo llevo la "dirección" ante el cliente sin tener ningún control sobre el equipo de trabajo, no sé muy bien por qué... ¿razones históricas? (estuve yo en el desarrollo inicial de la aplicación)... ahora se me hace evidente que esta estructura es nefasta, por bien que nos haya funcionado varios años.
Por razones que necesitaría varios párrafos para explicar el desarrollo actual se ha torcido mucho, se ha retrasado en plazos y ha habido unos problemas administrativos que han generado una situación muy tensa. Yo no había recibido unas llamadas tan violentas en toda mi vida laboral.
Al final estar en nuestras oficinas centrales ha sido providencial, he podido hablar con la persona que lleva el desarrollo y tratar de reconducir algo... con un éxito relativo. El martes tendré allí una reunión: avión y todo el día perdido para verme treinta minutos con mi verdugo.
A este cliente debo reconocerlo que la bronca ha sido con clase. No se cómo explicarlo bien, pero he mantenido conversaciones duras con clientes enfadados en las que su actitud lo rebajaba bastante. En este caso no ha sido así, ha sido una bronca muy profesional... sin perder la dignidad, ¡pero qué hecho polvo me ha dejado!... y yo mientras manteniendo reuniones en las que costaba tener la cabeza en lo que me decían.
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Por cierto, la presentación les ha ido bien.
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La reunión con nuestro proveedor que tenía convocada hoy para estudiar formas de continuar el proyecto, se ha alargado de un modo extraño, mientras que a mi me abroncaban telefónicamente, media empresa ha pasado por la sala de reunión para estudiar otros posibles cauces de relación con ellos, tendré que pedirles una comisión si salen más proyectos con ellos...
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Con todos los follones, he perdido el tren, no había cogido el último para no llegar tardísimo, y al final he acabado dando las gracias porque me he podido volver en él.
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