Hoy hemos tenido bastante movida en mi cliente, allí en la lejanía.
No ha sido especialmente problemática, pero es que a mi compañero jefe de proyecto le gusta mover mucho las cosas, por bien, no digo que no, pero hay una verdad tremenda y es que cuanto más se habla, más posibilidades hay de equivocarse, y sobretodo cuando entramos en terrenos que no son el nuestro.
Al final, no he podido hacer otra cosa que rectificarle y como es normal se ha enfadado, aunque él mismo veía que no se podía hacer otra cosa.
La verdad es que recuerdo las broncas que tuvimos hace unos tres años... espero que no tengamos ocasión de repetirlas.
martes, 19 de septiembre de 2006
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