Hoy ha sido el primer día de nuestro superevento corporativo al cual acudo como maniquí. Al contrario de otros años, en general me está sirviendo porque este año sí hay clientes con los que esté trabajando, lo que me sirve para hablar, plantear temas que pueden habernos quedado a medias, nuevos temas... en resumen, que no estoy haciendo tanto de maniquí como pensaba.
En estos temas, donde se suceden muchas presentaciones en diferentes salas, me llama la atención cuando piden que una exposición dure 15 minutos, 20, 25 o los que sean y da igual, el ponente es incapaz de sintetizar en el tiempo que le piden, el único que he visto hacerlo hoy ha sido el que no era español ¿es un problema cultural? ¿es un problema de ego por el que nos sentimos tan importantes que aunque en horario aparezcan 20 minutos pensamos... "lo mío es para 30"?
Algunas ponencias son insoportables y aburridas, confío en que sepan escogerlas y solo me lo parezcan a mi. Y ocurre una cosa curiosa, todas las presentaciones dicen cosas muy parecidas: "plan innovador", "una gestión de calidad" "aumentar el grado de eficacia y eficiencia" "las prioridades son la modernización y la satisfacción del ciudadano" Esto lo puede decir cualquiera, los que se lo están currando y los que no.
Una de las peticiones de un cliente me ha llamado la atención, nos pide "tener un lenguaje más asequible", me recuerda la persona que contó que trabajaba como freelance para la administración pública "descifrando" las ofertas de los proveedores y valorando si cumplían con el pliego de condiciones. Me resulta alucinante que hayamos generado esa necesidad.
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