En mi empresa, con varios centros de trabajo, es normal hablar mucho con personas que no has conocido ni visto. Y como pocos quieren tener su foto en la ficha de la intranet (¡cuánta timidez!) al final resulta que no sabes cómo es su cara.
De hecho, fui a buscar a un compañero de otro centro de trabajo y cuando entré en su sala, me di cuenta de que no lo conocía personalmente, quizás sea una tontería, pero tenía una imagen (inventada) tan clara de él que pensaba que sí lo conocía.
Igual pasa con algún proveedor al cual contratamos para acudir a el gran cliente M durante el 2005, que al final no lo he conocido en persona...
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1 comentario:
Aunque sólo sea para decir: "a mí me pasó lo mismo", quería comentar este post...
En mi anterior empresa, tuve una temporada en que hablaba casi a diario por teléfono con una chica que "vivía" en otro edificio, y con quien debía coordinarme para realizar cierto proyecto.
Bueno, pues justo antes de marcharme de la empresa, tuve la oportunidad de conocerla personalmente... Efectivamente, me había hecho de ella una imagen totalmente diferente a la real (ni mejor ni peor; simplemente diferente). De hecho, sigo recordando su voz y la imagen que de ella me había formado, pero no recuerdo ya su verdadera cara...
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