jueves, 13 de septiembre de 2007

No estoy haciendo amigos

Es difícil gestionar un proyecto grande, de un poco más de un millón de euros cuando una parte grande supone procesos de innovación en mi empresa de los cuales no estamos acostumbrados a responder en el plazo al cual nos comprometemos o directamente no somos capaces de ponerle plazo.

Se complica cuando en el cliente son poco colaboradores y (a mi me lo parece) parte del mismo prefiere que el proyecto fracase, solo por pura diversión o por aburrida manía hacía mi empresa.

Pensar lo anterior me hace sentirme un poco estúpido, porque en el fondo me digo "¿pero por qué preferirá que salga mal?" , pero qué otra cosa puede ser cuando ante preguntas sencillas como "¿comenzamos aquí la instalación?" o "¿puedes facilitarme una clave de acceso?" o "¿cuándo estará listo el servidor?"... solo se producen respuestas evasivas para alargar más la situación, o se hacen intentos hasta el ridículo de responder a una pregunta con otra (¡qué no sois gallegos! ¡qué estáis a la otra punta!)

Por ejemplo: es necesario actualizar una versión de un servidor de aplicaciones desde hace meses pero el tema no avanza, un día su jefe monta una bronca ante los errores que se producen (la bronca llega a todos porque es normal que no sepa si el error es de nuestra aplicación, del servidor o de los usuarios), después de meses en los que el tema no avanza, en dos días me informa de que tiene listo un nuevo servidor. ¡En lugar de actualizar una versión me instala un nuevo servidor! ¡Pero si la aplicación está en producción! ¿Y se supone que ahora debemos reinstalar todo en la otra máquina? ¿Va a ser esa la de producción ahora? ¿Nadie hace allí un plan de sistemas? Encima en pleno agosto con casi todo el personal de vacaciones... Pues yo, decidí... no hacer nada. Cada día me sale mejor la chulería. En fin, que decido esperar a la reunión que algún día mantendré (cuando dejen de retrasarla) donde plantear este tema. Ahora me envía un mail donde recopila "asuntos pendientes" Y me pone este tema pero nada de lo que depende de él. Yo, que estoy un poco alucinado le contesto bien, indicando lo que se ha hecho y a qué estoy esperando, pero diciendo que hay temas más pendientes y le hago un resumen de los puntos de los cuales no me ha contestado, pidiéndole que revise los mails de los últimos meses.

Este chico no me va a invitar a copas... y tampoco va a contestarme, claro.

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