viernes, 8 de junio de 2007

El susto de enviar un correo metiendo la pata

Comentario del viernes 8 de junio de 2007:

Dentro de los complicados procesos internos que tenemos, estoy dando muchas vueltas para conseguir arreglar el tema de la facturación de nuestros proveedores.

Hoy, alguien que no conozco me indica que no se pueden proceder al pago porque no están recepcionadas. Como yo le indico que no tengo acceso a la aplicación para hacerlo, le envía un mail a una compañera que sí conozco y tengo confianza y le dice:
¿puedes decepcionarlas?


Como hay bastantes más facturas, le escribo un mail a mi compañera y le digo:

Por favor, decepciónalas todas, pero en grande y de colores, para que se note que me cachondeo.

Cuando le doy a enviar, me doy cuenta de que el correo se lo envío a la primera persona, de la cual yo me cachondeo. ¡Qué susto! Y aunque quito el cable de red es demasiado tarde, el correo ha salido. Mira que es raro en mi el darme por el cachondeito, pues ¡toma! con metedura de para hasta la cintura.

Pero, cosas del exchange, al ponerle caducidad al correo, y dado que calculo que a estas horas de un viernes tarde no estará trabajando el mail no está entregado, realmente lo tacha y lo hace desaparecer. Lo pruebo y ¡es cierto! parece que no lo entrega... pero se me han pasado las ganas de este tipo de bromitas para mucho tiempo.

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