El cierre contable con motivo de la venta de la empresa me ha hecho pegarme una panzada de introducir toda la información que tenía retrasada, partes de horas (parece que lo normal es tardar), notas de gastos (aquí al no introducirlas lo que parezco es retrasado de mente ¿a quién le gusta que no le paguen?), el correo (mi bandeja de entrada se ha quedado en menos de 30 mails) y ya puestos a ordenar la mesa.
La vergüenza ha sido encontrar dos facturas de hotel de noviembre y enero que no había introducido. Las facturas no eran mías, sino de personal subcontratado a la cual se le pagan los gastos, como son de mis proyectos, aunque parezca raro este trabajo de introducir las facturas, no es de adminitración, sino mío. Pero bueno, lo tomé tanto como "propio" que estaban enterradas debajo de mogollón de papeles.
Ahora mi mesa está tan limpia que parece que me han despedido.
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