martes, 28 de agosto de 2007

Impartir formación a clientes

Llevamos desde principios de mes con problemas para que mi cliente consiga utilizar la aplicación de gestión de contenidos de su portal web.

Los procesos de formación son siempre complicados, y particularmente, nuestra experiencia con este cliente es muy mala.

Yo, aún estando ya muy escamentado con ellos, no me esperaba que fuera a ir tan mal en este caso. Cuando impartimos la formación, una parte de los usuarios (los funcionarios) directamente pasó de involucrarse. Este es un tema que yo no puedo controlar, es el responsable por parte de mi cliente quien debía de haberse puesto duro, pero como allí todos se cubren unos a otros, no pasa nada. Así que variamos un poco el plan y para los funcionarios solo se impartió una mañana de resumen, y fue el personal contratado quien asistió a todo el curso, cuatro días y cuatro tardes, en las que escarmentados de otras ocasiones, se insistió y se machacó, con muchos ejemplos y pruebas.

Parece que aquello no sirvió para nada, si la primera quincena, quien estaba al cargo parecía que estaba como empezando a aprender, quien ha retomado el tema esta semana me está dejando sorprendido. ¿Es desgana? ¿Simplemente juventud? Una administración pública no puede dejar al cargo de temas importantes a becarios o personal subcontratado con un perfil claramente "junior".

El marrón me tocará comérmelo a mi, si me sacan en la próxima reunión la lentitud con la que trabajan y la falta de formación, ¿qué hago? lo razonable sería pedir por escrito que me informen de quien será el administrador, que comprometan la asistencia de esa persona a un nuevo curso (que yo compenso con otra cosa) y tras el curso se le hace pasar un examen de aptitud. Espero que se espabilen en las dos semanas que quedan por delante.

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