La verdad es que si tengo un tren de velocidad suficientemente alta que me puede llevar a mi destino, perfiero esta opción al avión. Pensemos en un recorrido de tres horas de tren, que sales y llegas al centro de la ciudad (no la periferia donde se encuentran los aeropuertos), que no pierdes tiempo de espera en los aeropuertos (¡muchísimo!), que puedes estar comodamente sentado trabajando, leyendo o viendo una película. Para mi no hay color.
Lo curioso es que hoy había un extraño sustituto del Euromed, era un tren algo más cutrillo, en lugar de mesitas, había una especie de bandejas de bebes que venía un "mecánico" (así lo ha llamado la azafata) y clac, lo colocaba en el asiento que por un momento pensabas que te iban a travesar como en un truco de magia.
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