Hay compañeros de trabajo con los cuales compartes bastante tiempo, con algunos de ellos puedes tener un tipo de relación más personal, compartes momentos no estrictamente laborales, como un café, conversaciones que no giran necesariamente sobre el trabajo, como temas familiares, hijos, aparatos, programas de televisión...
Hay compañeros que los sabes parte de la oficina pero no trabajas con ellos, coincides en algún momento pero no lo suficiente para conocerlos, además si son una incorporación reciente aún resultan menos conocidos.
Yo soy partidario de que la relación en el trabajo sea buena, que traspase un poco la línea de lo estríctamente laboral, sabes "algo" de la vida de esa persona, te interesas cuando ha estado enfermo, vas a un entierro de una madre (como pasó el viernes), encuentro que es la dinámica de mi empresa y la verdad es que me gusta así.
Hoy he coincidido en el aeropuerto con una compañera que lleva contratada unos meses, la he saludado yo, casi más bien "detenido" porque yo no había facturado y ella sí, después he dado algo de conversación, le he pedido que me esperara mientras pasaba por el cajero... pero ella quería estar sola y cuando le he propuesto tomar un café, lo ha conseguido y me he quedado yo en el bar. Yo también tenía un libro a mitad leer y voy tan "preparado para estar solo" a los aeropuertos que no me ha importado lo más mínimo, casi al contrario, pero sí me ha hecho preguntarme sobre qué tipo de relaciones laborales quiero tener, sacrifico un rato de lectura o trabajo por tratar de conversar, conocer o simplemente estar con una persona con la cual tengo la empresa que paga la nómina en común o cada uno a lo suyo.
A la llegada no hemos compartido ni el taxi, ha salido tan disparada sin mirar hacia ningún lado que la he dejado, el que quiera estar solo...
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