miércoles, 4 de junio de 2008

Por fin, un entuerto solucionado

El culebrón que conté el mes pasado, y que duraba ya un año, por fin ha quedado arreglado. Ha sido necesaria la intervención divina para que alguien con dos dedos de frente mirara lo que estaba pasando y dijera: ¡Ah, es que nos hemos equivocado, pensabamos que pediais otra cosa! Y sí, es cierto, eso ya lo sabíamos desde el principio... ¡qué pena de horas tiradas a la basura!

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