Mi fantástico cliente me está chupando la energía positiva.
El responsable del cliente no ha contestado a ninguno de mis últimos (creo que) veinte mails, ninguno con contenido intrascendente, que ya sé como se molesta, algunos planteando temas importantes... y sin embargo el proyecto sigue... ¡necesito vacaciones!
En otro momento explicaré por qué pasa esto. Ahora solo quiero comentar una imbecilidad que se me ha ocurrido. Si a este señor le diera un patatús (Dios no lo quiera) yo ni me enteraría, seguiría trabajando para él y enviándole mails, el proyecto seguiría avanzando a tumbos, yo quejándome de la poca participación del responsable del cliente...y yo seguiría ahí, obteniendo las mismas respuestas, eso es fidelidad, como la del perro que aguarda en la tumba de su amo. ¿Será esto mi tumba? ¡Necesito vacaciones!
PD 1: También he pensado, y en cuanto llegue a cien correos sin obtener respesta directa por mail o teléfono me pido la baja.
PD 2: ¡Y no he dicho nada de hablar por teléfono! ¡Es que ni lo intento! ¡Me sería más fácil hablar con el Papa! (lástima no hablar alemán ni italiano)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario