En mi proyecto hay incluido un gran evento que debemos organizar en el cliente... y conseguir que vaya un número razonable de administraciones públicas.
Vamos a gastar mucho dinero para conseguir que acudan invitados, pagándolo todo, consiguiendo algún ponente o agenda interesante, aún así, quien se está apuntando lo hace porque lo podemos comprometer en base a la relación personal-laboral. Eso es así.
Mi cliente, que tiene un gran concepto de si mismo, quiere que los invitados asistentes sean cuanto más importantes mejor, de hecho, capitales de provincia se le quedan cortas . Pero yo llevo meses animándoles a que nos den una lista de personas que consideran importante invitar, o que vayan a acudir por tener especial relación con ellos. A una semana del evento, me han enviado ahora una lista, solo nombres, sin mails ni teléfonos, o ni siquiera nombres, porque una parte es, buscarme quienes acudiron a este acto, pasadme la lista y yo os diré a quienes hay que invitar.
Por suerte en esta convocatoria está el departamente de marketing muy involucrado, por suerte para mi, porque si no, esto hubiera sido mi muerte profesional.
martes, 6 de marzo de 2007
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