Hoy ha sido el grueso del gran evento que tanta preocupación nos ha causado desde que comenzó el proyecto, un buen pedazo de espina que nos hemos sacado!
Lo más destacado, me tocaban a mi las presentaciones, por problemas de protocolo, si presentaba alguien de aquí, cómo se presentaban a sí mismos, y quién lo hacía, y por otro lado el típico problema de que nadie quiere hacerlo, es un papelón terrible. Y así me ha salido al principio, ¡terrible! ¡qué vergüenza! creo que no había tenido nunca antes cuatro frases tan malas como estas.
Por suerte después he ido mejorando y el resto de presentaciones me han salido bien.
En esto, mis compañeros de marketing me han dejado un poco tirado, porque después me he dado cuenta de que no solo era presentar, hacía falta un moderador para ir indicando tiempos (esta parte sí me ha ido bien porque el tiempo lo hemos clavado), hacía falta también alguien que fuera pidiendo a los cliente que entraran para que el último ponente no se quedara solo (otro papelón)... pero entiendo que ellos ya se habían pegado el curre y a mi tampoco me costaba tanto.
Me ha defraudado un poco la representación de nuestra empresa, al final ha venido un director comercial, que no digo que no sea importante este señor, que seguro que lo és en el interminable escalafón de mi empresa, pero esperaba otra cosa.
Ha habido muchas cosas curiosas, como que el cliente se empeñara en distribuir a todo el mundo en su mesas, asignándolas como si fuera una boda, la visita turística o la cena con baile y espéctaculo típico, pero eso ya lo contaré en otro blog.
jueves, 15 de marzo de 2007
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