El cliente decide unos días antes de la puesta en marcha programada (hoy), que va a revisar y volver a redactar toda la información del portal, por supuesto nos indica que nuestras tareas no están bien realizadas por lo que salir no hubiera sido posible de todas formas.
Yo no me creo la situación, nos marean con la mala introducción de unos diez contenidos y "ya que tienes el culo en pompa te meto una escoba y ahora comienzo con un proceso de revisión de todo" "Ya sé que la última vez me costó seis meses, pero ahora serán solo dos semanas. Ya sé que lo tendréis que reintroducir todo, para eso estáis aquí... tendréis una semana... y claro la traducción a dos idiomas también (y si no llamo a vuestro director que para eso me ha dejado el número)"
Mi "jefe" me pide que esté otra semana más, además de la próxima que ya estaba pactada. Yo le contesto que una mierda (aunque no con esas palabras) y le chantajeo (aunque no con estas palabras) con enviar un mail a mis otros clientes con proyectos en marcha avisándoles que no temporalmente no podré atender sus proyectos. Es un farol, claro, soy demasiado bueno para hacerlo :)
El cliente improvisa, pero mi empresa también, es una vergüenza.
En una de las reuniones de esta semana, he pasado por una de las situaciones más esperpénticas de mi carrera. El mismo responsable de informática que me decía el miércoles que un tema valía hacerlo de la forma A, y que debíamos aplicar nuestro criterio indicándoles qué cosas se podían hacer y qué cosas no, el jueves en una reunión me decía que de A, nada, que B y que si no lo hacíamos así llamaba al director general que les había visitado y les había dado su móvil.
viernes, 26 de octubre de 2007
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